Tres características muy marcadas han distinguido a la historia de Moldescoop desde su inserción en la vida de la sociedad: una de ellas es la vertiginosidad con que se fueron produciendo los acontecimientos en los que debió intervenir.
La otra, es la variación y amplitud de servicios de los que tuvo que hacerse cargo para la provisión de éstos a la población y, en tercer lugar, el protagonismo que la cooperativa ha tenido y tiene en el desarrollo y el progreso de la ciudad de Coronel Moldes.
Desde su fundación el 30 de julio de 1.955, no hubo respiro en la actividad. La Cooperativa debió estar atenta y responder a las necesidades que se presentaron a medida que Moldes fue creciendo en extensión y en población, como así también a los avances tecnológicos que en forma acelerada nos modificaron la vida cotidiana y, por qué no, a las roturas producidas en sistemas que se implementaron.
Este cóctel de sucesos generó cambios, inserción de nuevas maquinarias, ampliación de servicios respecto del inicial por cual se creó la Cooperativa, que fue el de energía eléctrica; adecuación de estatutos desde lo legal, capacitación del personal para lo nuevo que aparece y, fundamentalmente, adaptación a la aceleración de los tiempos históricos que se viven.
En pocos años, del motor Otto que tenía la vieja “Usina”, se pasó a otro más grande, se cambió el sistema de corriente continua al de alternada, se volvieron a cambiar motores, se hicieron las obras para ingresar en el servicio interconectado, se implementó el sistema de energía rural, se extendió a otras localidades vecinas, después llegó el pre ensamblado, los cambios de todos los transformadores que contenían PCV por otros que no son nocivos para la salud humana… En fin, un sin número de actividades para optimizar la provisión de energía eléctrica.
Mientras estos hechos iban modificando la geografía urbana, Moldescoop amplió sus servicios a distintas actividades: fue la constructora de la primera pavimentación que tuvo el pueblo y del primer complejo de viviendas que se realizó en la localidad: Las 33 (treinta y tres) casas del Plan VEA (Viviendas Económicas Argentinas).
Después llegó la hora de abastecer de agua corriente potable a Moldes. Allí también estuvo la Cooperativa en la construcción de la red, la perforación, el tanque, etc. Ahora se construyó la planta potabilizadora y se está cambiando la cañería de la red.
En la era de las comunicaciones no se pudo dejar de lado la prestación de un servicio telefónico, fijo y celular. También se sumó el servicio de Internet y desde el 2.011 ya tenemos instalado el anillo de fibra óptica, lo cual marca un hito histórico que cambió el sistema de comunicación de Coronel Moldes con el Mundo.
Todos estos cambios en la tecnología y en la ampliación de los servicios, ubican a la Cooperativa como una de las organizaciones que mayor protagonismo ha tenido en la comunidad cada vez que se pensó en dar un paso para el mejoramiento de la calidad de vida de su población.
Cada cambio también implicó -literalmente- grandes peleas entre diferentes sectores en pugna. Pero en todas las situaciones la organización se mantuvo por sobre las diferencias, prevaleció el criterio de construcción sobre el de destrucción y, fundamentalmente, instaló en la comunidad el convencimiento de que en las grandes obras de la ciudad tiene que estar presente Moldescoop. Hoy es impensable a Moldes sin su Cooperativa de servicios públicos.